Editorial

Resumen

El cuidado del suelo constituye un tema de creciente importancia en el ámbito ambiental y agrícola, como recurso vital para contribuir a su salud en la Tierra. Su calidad y bienestar son fundamentales para la producción de alimentos, la conservación de la biodiversidad, la regulación del ciclo del agua, la mitigación del cambio climático y la sostenibilidad de los ecosistemas. Sin embargo, la situación actual de muchos en todo el mundo es preocupante, pues se enfrentan a amenazas como la erosión, la contaminación, la degradación y la pérdida de fertilidad. Estos desafíos ponen en riesgo su capacidad para cumplir con sus funciones vitales, lo que a su vez afecta de forma negativa la salud humana, la seguridad alimentaria y el equilibrio ambiental. Por lo tanto, abordar la salud del suelo se ha convertido en una prioridad global para garantizar un futuro sostenible.

Para hacer un acercamiento al concepto de salud de este recurso, se recurre a tres aproximaciones que muestran cómo los estudiosos del tema han considerado dicho atributo. Dicha propiedad se define como “la capacidad de un suelo para funcionar dentro de los límites del ecosistema para sostener la productividad biológica, mantener la calidad ambiental y promover la salud de plantas y animales”. Esta definición es integral, porque liga su capacidad funcional a todos los roles y circunstancias en las que se inscribe este recurso en la naturaleza. La salud relativa del suelo es correcta cuando está bajo la cobertura de la vegetación natural. Una vez se haya convertido a cultivo o pastoreo su relatividad es evaluada de acuerdo con los principios de la evaluación de dicho recurso.

Las características biológicas, químicas y físicas de un suelo, son esenciales a largo plazo para la productividad sostenible de la agricultura, con un impacto mínimo sobre el ambiente. Por tanto, la salud del mismo da una imagen completa de su funcionabilidad. La evaluación y el monitoreo su calidad también debe dar la oportunidad de evaluar y rediseñar los sistemas de manejo, a fin de propender por su preservación y sostenibilidad.

La interacción de necesidades y realidades del mundo de hoy, la seguridad alimentaria y los impactos ambientales relacionados con el cambio climático- destacan la importancia de la calidad del suelo, que a la vez demanda la inserción de esta variable en las políticas públicas, con una visión renovada y moderna del suelo, que busca preservar las funciones totales del recurso y no solo referirla a la productividad. Hay que aceptar que la calidad es un factor muy importante para el desarrollo de prácticas agrícolas sustentables, el uso del mismo y sus prácticas de manejo señalan un buen grado la dirección en los cambios temporales y espaciales en su calidad.

Una mejor comprensión de los vínculos entre la vida del suelo, la función de los ecosistemas y el efecto que generan las intervenciones humanas, permitirán disminuir los impactos negativos y el alcance más eficaz de los beneficios de su actividad biológica para la agricultura sostenible, productiva y sana.

En este número de la Revista V12 No. 2, hace un recorrido por diversos temas en sus artículos tales como: producción sostenible de alimentos, innovación y gestión en negocios de alimentación, valoración económica de experimentos agrícolas, desarrollo de productos gastronómicos sostenibles, evaluación de la inocuidad de hortalizas, costras biológicas del suelo y su función medioambiental, entre otros. Exhortamos a nuestros investigadores a seguir haciendo ciencia sobre temas tan importantes para la seguridad alimentaria mundial. Pues cuanto más saludable es el suelo, mejor será la cosecha. El suelo es un recurso no renovable y su preservación es esencial para la seguridad alimentaria.

                                                                                                                                                                                                                      Muchas gracias