Editorial

Resumen

El suelo es fundamental para el éxito de la agricultura. En él están las plantas y se obtienen sus nutrientes, que, proveerán a humanos y animales de alimentos. Por ello, cuanto más saludable sea, mejor para todos.

Existen distintos tipos de suelos y sus características no siempre son propicias para producir los nutrientes necesarios para el crecimiento saludable de las cosechas. El color, la textura, las propiedades químicas y el tamaño de las partículas que los componen son algunas de las fundamentales. La combinación de estos factores representará su nivel de fertilidad. Por lo tanto, la efectividad de la actividad agrícola se basa en el conocimiento de los suelos y en la solución de los problemas relacionados con sus características naturales.

El agricultor debe ser consciente que las labores de volteo del terreno generan problemas en su estructura. También deben tenerse en cuenta otros aspectos: el aporte externo de materia orgánica, la correcta rotación de la tierra para el favorecimiento de los cultivos, la fertilización adecuada, las necesidades del cultivo existentes y las medidas de agricultura ecológica son algunos de ellos.

Optimizar la fertilización, especialmente nitrogenada, teniendo en cuenta estos aspectos es un reto para la sostenibilidad de los sistemas. Un exceso de nitrógeno supone un riesgo ambiental, pues el exceso de este podría alojarse en el agua o la atmósfera y dañarla. Además, el precio de la fertilización es una parte importante del valor total de producción. Por todo ello, es primordial el análisis de suelos.

A parte de las medidas relacionadas con la disminución del laboreo, el agricultor puede incrementar los inputs (son los factores o recursos que se requieren para realizar esa producción.) de materia orgánica, bien a través del aporte de residuos o materiales orgánicos de origen externo o bien a través de un aumento del retorno al suelo de residuos de cosecha. Hay que considerar que el efecto de estas prácticas depende del clima.

Las publicaciones sobre los beneficios de la producción ecológica de cultivos herbáceos en zonas áridas o semiáridas pretenden alcanzar una producción sostenible. Determinados insumos se han sustituido por los propios residuos, las técnicas de rotación y la recuperación integral del equilibrio del agrosistema, mediante la reintroducción de cultivos mejorantes del suelo, como las leguminosas.

El volumen 11 número 1, que presenta la Revista Agroecosistemas, ofrece propuestas científicas en función del mejoramiento de la calidad de los suelos, con el objetivo de incrementar su productividad. Todo ello ahondará en el incremento de las producciones agrícolas, aspecto que el gobierno declara transcendente en la sociedad.

Así, proponemos la lectura de artículos como: Efectos del biochar y humus en el desarrollo morfológico de mazorcas de cacao en un suelo ácido; Rendimiento del cultivo de pepino (cucumis sativus l.) bajo condiciones de mulch plástico, Ecuador; Guía preventiva de la inocuidad en empresas destinadas a la producción de alimentos; Evaluación en ambas fases fenológicas del banano Gros Michel bajo dos sistemas de fertilización edáfica, entre otros que abordan el tema desde perspectivas diferentes, pero siempre en función de las calidad y la productividad de los suelos.

Gracias!!!!

Publicado
2023-04-12
Cómo citar
Padilla Gómez, A. (2023). Editorial. Revista Científica Agroecosistemas, 11(1). Recuperado a partir de https://aes.ucf.edu.cu/index.php/aes/article/view/588